jueves, marzo 24, 2005

QUIERO ENCONTRAR A MIS DESAPARECIDOS



Un silencio abrumador

Por Laura Bonaparte*




Hoy es miércoles. Apuntaba a ser un día como todos cuando alguien de un país del continente asiático pide hacerme una entrevista. Es un periodista de una cadena de TV. Me vestí un poco más arreglada que de costumbre. Elegí ropa, casi automáticamente y, como de costumbre, me vestí de negro, me calcé los zapatos también negros, de tacones. Vendrían con un hombre que había estado exiliado y a quien yo no conocía personalmente, sólo de nombre.
Iba a comenzar este testimonio recordando que todos mis hijos formaban parte del coro del profesor Shultis, de Castelar. Pero Noni, Aída Leonora, además de ser pianista, era la mezzosoprano del coro. Su voz era de un timbre cálido, limpio y de amplio registro. Además, ella era la campeona de truco del Colegio Nacional de Morón. Y luego seguí contando que mi hijo mayor tocaba la guitarra, era tenor en el coro, como mi hijo Víctor, que estudiaba violoncello, y mi hija Irenita, soprano, y su instrumento era el arpa.
Pero Irenita era una realmente dotada para la cerámica. Ella hizo su bachillerato en la Escuela de Cerámica. Su escultura, El despertar, obtuvo la mención en la Primera Exposición Internacional de Cerámica que se hizo en este país. Resalto esto porque todos eligieron lo que ellos querían hacer. Mi casa era una fiesta.
Mientras el fotógrafo preparaba su cámara, algo conversé con este señor. El se presentó con un “¿te acuerdas de mí?” y casi sin darme tiempo a responder no, no me acuerdo, comenzó a recordar él, con enorme cariño no sólo a Noni sino que también habló de Adrián Saidón, pareja de Noni, al que le decíamos Cacho y padre del hijo de ambos. No fue mucho lo que habló. Se refirió, muy emocionado, sólo a una única situación, el momento del asesinato de Cacho el 24 de marzo de 1976. A Noni, mi hija, pareja de Cacho, y mamá del bebé, la habían matado el 24 de diciembre de 1975. Cacho había alzado el bebé que había tenido con Noni, único hijo de ambos, y se fue a vivir con otros compañeros en Avellaneda. Estaban todos juntos compartiendo una casa antigua pero lo suficientemente grande como para estar todos como una familia. Cacho estaba clandestino. El pensaba que si le pasaba algo, si caía preso o si no volvía, el bebé quedaría bien cuidado por las compañeras y los compañeros. Y las compañeras y compañeros aceptaron con todo el amor que les tenían a Noni y a Cacho. Bueno, pues este señor, ahora de algo más de cincuenta años, era uno de los que habían alquilado la casa de Avellaneda. El era uno más de los que compartían la vivienda con Cacho y su bebé recién nacido. El hombre que llegó a mi casa habló de lo que yo ya sabía, de cómo lo habían matado a Cacho. Pero él me confirmaba aquello que el papá de Cacho también me había contado. Su testimonio era auditivo. No vio nada. Sólo escuchó los estampidos.
Cacho había salido a comprar facturas para el mate. Eran las siete de la mañana del día del golpe y debía llevar a su bebé al hospital para que le revisaran el oidito. Por eso se había levantado más temprano que de costumbre, tomaría unos mates y luego partiría con su bebé al hospital. Salió bastante temprano a comprar las facturas. Antes de llegar a la puerta de su vivienda con la bolsa de facturas en la mano, calentitas las medialunas y las bolas de fraile, algunos churros, en fin, las necesarias para compartir el mate con los compañeros.
Al pisar la primera baldosa de la vereda de su casa, se dio cuenta de que un coche de la policía seguía sus pasos. Con la bolsa de facturas en una mano, pasó por la puerta de su casa, decidió no entrar y seguir caminando, pasar de largo, como si su vivienda quedase en alguna otra cuadra y de esa manera salvar a su hijo y a sus compañeros. Estaba ya a una cuadra de su casa, el coche con los genocidas apuró y desde ese lugar dispararon todas sus armas sobre él. Sabía por el papá de Cacho que su espalda había quedado perforada por múltiples disparos.
El hombre joven que estuvo con los coreanos filmando, en mi casa, confirmaba, no había visto, pero sí oído, él sólo había oído, los atronadores, múltiples disparos. Automáticamente rodearon al bebé de su compañero, envolviéndolo en un abrazo. Cacho les había salvado la vida a su bebé y a ellos mismos, sus compañeros y ellos todos juntos, rodearon al bebé.
Hace de esto 29 años. Sin embargo todo me pega como reciente. A veces pienso que aunque no lo reconozca sigo esperando a mi hija, a su compañero, con los brazos ocupados por su bebé. Han pasado 29 años de este tan brutal episodio. El bebé al que su padre le salvó la vida ya es un joven hombre. Es bello y generoso. Y muy inteligente. Es hijo de esa pareja de jóvenes, ambos de un altruismo enorme. Para mí el pasado y el futuro hubieran quedado fuera del tiempo, suspendidos, en una mirada o en horribles estampidos. Este es otro tiempo, medible de otra manera. Un tiempo que repentinamente se hace tan actual, que insiste en la confirmación del recuerdo. Es que el recuerdo terriblemente doloroso, con otro dolor, es también por la confirmación que aquello, el acto infame de la matanza brutal, efectivamente existió. Seres que existieron para vivir y para que otros vivan.
Nunca he dejado de pensar en el relato minucioso, lo necesitaba en ese entonces, que don Alberto, el papá de Cacho, me había contado. El tuvo dos versiones: una, la de los policías cuando le indicaron el lugar donde su hijo iba a ser enterrado, en uno de los cementerios. El vio el cuerpo de su hijo, no alcanzó a contar los orificios de las balas, cree que eran más de veinte. Cubrió lo que quedaba del cuerpo de su hijo con la sábana. Y cerró la caja y lo llevó solo con su pena al cementerio. El otro relato es el de los compañeros de su hijo que escucharon, dentro de la vivienda, la brutal masacre.
No deja de asombrarme ese énfasis casi fanático por conocer toda la verdad. Tal vez espero que alguien, con el mismo énfasis, me diga: Laura estás equivocada; tus hijos viven, nadie murió, la gente no es tan cruel como creés, dejá de pensar mal de la gente, los militares no eran así como aparecen. Quiero fanáticamente abrir este deseo y meterme en él como ocurrió con la cueva de Alí Babá y encontrar allí a todos mis desaparecidos, darles un abrazo, sacarlos de esa oscuridad del enterramiento tan canalla, tan clandestino, y realizar el proyecto de mi familia, recuperar el canto, el tallado en la piedra, la risa, la música.
El silencio es abrumador.

sábado, marzo 19, 2005

JOAQUIN SABINA




Mas De Cien Mentiras



Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, alteres.

Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre en primavera.

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
que importa, lo siento, hasta siempre, te quiero,
hinchas del atleti, gángsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.

(Estribillo)

Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.

(Estribillo)

Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobre exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma.

(Estribillo)

jueves, marzo 17, 2005

JULIO CORTAZAR




Continuidad de los parques





Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.
Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

ITALO CALVINO

How Much Shall We Bet?

The logic of cybernetics, applied to the history of the universe, is in the process of demonstrating how the galaxies, the solar system, the Earth, cellular life could not help but be born. According to cybernetics, the universe is formed by a series of feedbacks, positive and negative, at first through the force of gravity that concentrates masses of hydrogen in the primitive cloud, then through nuclear force and centrifugal force which are balanced with the first. From the moment that the process is set in motion, it can only follow the logic of this chain.
Yes, but at the beginning nobody knew it, -- Qfwfq explained,-- I mean, you could foretell it perhaps, but instinctively, by ear, guessing. I don't want to boast, but from the start I was willing to bet that there was going to be a universe, and I hit the nail on the head; on the question of its nature, too, I won plenty of bets, with old Dean (k)yK.

When we started betting there wasn't anything yet that might lead you to foresee anything, except for a few particles spinning around, some electrons scattered here and there at random, and protons all more or less on their own. I started feeling a bit strange, as if there was going to be a change of weather (in fact, it had grown slightly cold), and so I said: ``You want to bet we're heading for atoms today?'' And Dean (k)yK said: ``Oh, cut it out. Atoms! Nothing of the sort, and I'll bet you anything you say.''

So I said: ``Would you even bet ix?''

The Dean answered: ``Ix raised to en!''

He had no sooner finished saying this than around each proton its electron started whirling and buzzing. An enormous hydrogen cloud was condensing in space. ``You see? Full of atoms!''

``Oh, if you call that stuff atoms!'' (k)yK said; he had the bad habit of putting up an argument, instead of admitting he had lost a bet.

We were always betting, the Dean and I, because there was really nothing else to do, and also because the only proof I existed was that I bet with him, and the only proof he existed was that he bet with me. We bet on what events would or would not take place; the choice was virtually unlimited, because up till then absolutely nothing had happened. But since there wasn't even a way to imagine how an event might be, we designated it in a kind of code: Event A, Event B, Event C, and so on, just to distinguish one from the other. What I mean is: since there were no alphabets in existence then or any other series of accepted signs, first we bet on how a series of signs might be and then we matched these possible signs with various possible events, in order to identify with sufficient precision matters that we still didn't know a thing about.

We also didn't know what we were staking because there was nothing that could serve as a stake, and so we gambled on our word, keeping an account of the bets each had won, to be added up later. All these calculations were very difficult, since numbers didn't exist then, and we didn't even have the concept of number, to begin to count, because it wasn't possible to separate anything from anything else. This situation began to change when, in the protogalaxies, the protostars started condensing, and I quickly realized where it would all end, with that temperature rising all the time, and so I said:

``Now they're going to catch fire.''

``Nuts!'' the Dean said.

``Want to bet?'' I said.

``Anything you like,'' he said, and wham the darkness was shattered by all these incancdescent balls that began to swell out.

``Oh, but that isn't what catching fire means...'' (k)yK began, quibbling about words in his usual way.

By that time I had developed a system of my own, to shut him up: ``Oh, no? And what does it mean then, in your opinion?''

He kept quiet: lacking imagination as he did, when a word began to have one meaning, he couldn't conceive of its having any other. Dean (k)yK, if you had to spend much time with him, was a fairly boring sort, without any resources, he never had anything to tell. Not that I, on the other hand, could have told much, since events worth telling about had never happened, or at least so it appeared to us. The only thing was to frame hypotheses, or rather: hypothesize on the possibility of framing hypotheses. Now, when it came to framing hypotheses of hypotheses, I had much more imagination than the Dean, and this was both an advantage and a disadvantage, because it led me to make riskier bets, so that you might say our probabilities of winning were even.

As a rule, I bet on the possibility of a certain event's taking place, whereas the Dean almost always bet against it. He had a static sense of reality, old (k)yK, if I may express myself in these terms, since between static and dynamic at that time there wasn't the difference there is nowadays, or in any case you had to be very careful in grasping it, that difference.

For example, the stars began to swell, and I said: ``How much?'' I tried to lead our predictions into the field of numbers, where he would have less to argue about.

At that time there were only two numbers: the number e and the number pi. The Dean did some figuring, by and large, and answered: ``They'll grow to e raised to pi.'' Trying to act smart! Any fool could have told that much. But matters weren't so simple, as I had realized. ``You want to bet they stop, at a certain point?''

``All right. When are they going to stop?''

And with my usual bravado, I came out with my pi. He swallowed it. The Dean was dumbfounded.

From that moment on we began to bet on the basis of e and pi.

``Pi!'' the Dean shouted, in the midst of the darkness and the scattered flashes. But instead that was the time it was e. We did it all for fun, obviously; because there was nothing in it for us, as far as earning went. When the elements began to be formed, we started evaluating our bets in atoms of the rarer elements, and this is where I made a mistake. I had seen that the rarest of all was technetium, so I started betting technetium and winning, and hoarding: I built up a capital of technetium. I hadn't foreseen it was an unstable element that dissolved in radiations: suddenly I had to start all over again, from zero.

Naturally, I made some wrong bets, too, but then I got ahead again and I could allow myself a few risky prognostications.

``Now a bismuth isotope is going to come out!'' I said hastily, watching the newborn elements crackle forth from the crucible of a ``supernova'' star. ``Let's bet!''

Nothing of the sort: it was a polonium atom, in mint condition. In these cases (k)yK would snigger and chuckle as if his victories were something to be proud of, whereas he simply benefitted from overbold moves on my part. Conversely, the more I went ahead, the better I understood the mechanism, and in the face of every new phenomenon, after a few rather groping bets, I could calculate my previsions rationally. The order that made one galaxy move at precisely so many million light-years from another, no more and no less, became clear to me before he caught on. After a while it was all so easy I didn't enjoy it any more.

And so, from the data I had at my disposal, I tried mentally to deduce other data, and from them still others, until I succeeded in suggesting eventualities that had no apparent connection with what we were arguing about. And I just let them fall, casually, into our conversation.

For example, we were making predictions about the curve of the galactic spirals, and all of a sudden I came out with: ``Now listen a minute, (k)yK, what do you think? Will the Assyrians invade Mesopotamia?''

He laughed, confused. ``Meso- what? When?''

I calculated quickly and blurted a date, not in years and centuries of course, because then the units of measuring time weren't conceivable in lengths of that sort, and to indicate a precise date we had to rely on formulas so complicated it would have taken a whole blackboard to write them down.

``How can you tell?''

``Come on, (k)yK, are they going to invade or not? I say they do; you say no. All right? Don't take so long about it.''

We were still in the boundless void, striped here and there by a streak or two of hydrogen around the vortexes of the first constellations. I admit it required very complicated deductions to foresee the Mesopotamian plains black with men and horses and arrows and trumpets, but, since I had nothing else to do, I could bring it off.

Instead, in such cases, the Dean always bet no, not because he believed the Assyrians wouldn't do it, but simply because he refused to think there would ever be Assyrians and Mesopotamia and the Earth and the human race.

These bets, obviously, were long-term affairs, more than the others; not like some cases, where the result was immediately know. ``You see that Sun over there, the one being formed with an ellipsoid all around it? Quick before the planets are formed: how far will the orbits be from one another?''

The words were hardly out of my mouth when, in the space of eight or nine--what am I saying?--six or seven hundred million years, the planets started revolving each in its orbit, not a whit more narrow nor a whit wider.

I got much more satisfaction, however, from the bets we had to bear in mind for billions and billions of years, without forgetting what we had bet on, and remembering the shorter-term bets at the same time, and the number (the era of whole numbers had begun, and this complicated matters a bit) of bets each of us had won, the sum of the stakes (my advantage kept growing; the Dean was up to his ears in debt). And in addition to all this I had to dream up new bets, further and further ahead in the chain of my deductions.

``On February 8, 1926, at Santhia, in the Province of Vercelli--got that? At number 18 in Via Garibaldi--you follow me? Signorina Giuseppina Pensotti, aged twenty-two, leaves her home at quarter to six in the afternoon: does she turn right or left?''

``Mmmmm...'' (k)yK said.

``Come on, quickly. I say she turns right...'' And through the dust nebulae, furrowed by the orbits of the constellations, I could already see the wispy evening mist rise in the streets of Santhia, the faint light of a street lamp barely outlining the sidewalk in the snow, illuminating for a moment the slim shadow of Giuseppina Pensotti as she turned the corner past the Customs House and disappeared.

On the subject of what was to happen among the celestial bodies, I could stop making new bets and wait calmly to pocket my winnings from (k)yK as my predictions gradually came true. But my passion for gambling led me, from every possible event, to foresee the interminable series of events that followed, even down to the most marginal and aleatory ones. I began to combine predictions of the most immediately and easily calculated events with others that required extremely complicated operations. ``Hurry, look at the way the planets are condensing: now tell me, which is the one where an atmosphere is going to be formed? Mercury? Venus? Earth? Mars? Come on: make up your mind! And while you're about it, calculate for me the index of demographic increase on the Indian subcontinent during the British raj. What are you puzzling over? Make it snappy!''

I had started along a narrow channel beyond which events were piling up with multiplied density; I had only to seize them by the handful and throw them in the face of my competitor, who had never guessed at their existence. Once I happened to drop, almost absently, the question: ``Arsenal-Real Madrid, semifinals. Arsenal playing at home. Who wins?,'' and in a moment I realized that with what seemed a casual jumble of words I had hit on an infinte reserve of new combinations among the signs which compact, opaque, uniform reality would use to disguise its monotony, and I realized that perhaps the race toward the future, the race I had been the first to foresee and desire, tended only--through time and space--toward a crumbling into alternatives like this, until it would dissolve in a geometry of invisible triangles and ricochets like the course of a football among the white lines of a field as I tried to imagine them, drawn at the bottom of the luminous vortex of the planetary system, deciphering the numbers marked on the chests and backs of the players at night, unrecognizable in the distance.

By now I had plunged into this new area of possiblity, gambling everythign I had won before. Who could stop me? The Dean's customary bewildered incredulity only spurred me to greater risks. When I saw I was caught in a trap it was too late. I still had the satisfaction--a meager satisfaction, this time--of being the first to be aware of it: (k)yK seemed not to catch on to the fact that luck had now come over to his side, but I counted his bursts of laughter, once rare and now becoming more and more frequent...

``Qfwfq, have you noticed that Pharaoh Amenhotep IV had no male issue? I've won!''

``Qfwfq, look at Pompey! He lost out to Caesar after all! I told you so!''

And yet I had worked out my calculations to their conclusion, I hadn't overlooked a single component. Even if I were to go back to the beginning, I would bet the same way as before.

``Qfwfq, under the Emperor Justinian, it was the silkworm that was imported from China to Constantinople. Not gunpowder... Or am I getting things mixed up?''

``No, no, you win, you win...''

To be sure, I had let myself go, making predictions about fleeting, impalpable events, countless predictions, and now I couldn't draw back, I couldn't correct myself. Besides correct myself how? On the basis of what?

``You see, Balzac doesn't make Lucien de Rubempre commit suicide at the end of Les Illusions perdues,'' the Dean said, in a triumphant, squeaky little voice he had been developing of late. ``He has him saved by Carlos Herrera, alias Vautrin. You know? The character who was also in Pere Goirot... Now then, Qfwfq, how far have we got?''

My advantage was dropping. I had saved my winnings, converted into hard valuta, in a Swiss bank, but I had constantly to withdraw big sums to meet my losses. Not that I lost every time. I still won a bet now and then, even a big one, but the roles had been reversed; when I won I could no longer be sure it wasn't an accident or that, the next time, my calculations wouldn't again be proved to be wrong.

At the point we had reached, we needed reference libraries, subscriptions to specialized magazines, as well as a comple of electronic computers for our calculations: everything, as you know, was furnished us by a Research Foundation, to which, when we settled on this planet, we appealed for funds to finance our research. Naturally, our bets figure as an innocent game between the two of us and nobody suspects the huge sums involved in them. Officially we live on our modest salaries as researchers for the Electronic Predictions Center, with the added sum, for (k)yK, that goes with the position of Dean, which he has intrigued to obtain from the Department, though we kept on pretending he wasn't lifting a finger. (His predilection for stasis has got steadily worse; he turned up here in the guise of a paralytic, in a wheelchair.) This title of Dean, I might add, has nothing to do with seniority, otherwise I'd be just as much entitled to it as he is, though of course it doesn't mean anything to me.

So this is how we reached our present situation. Dean (k)yK, from the porch of his building, seated in the wheelchair, his legs covered with a rug of newspapers from all over the world, which arrive with the morning post, shouts so loud you can hear him all the way across the campus: ``Qfwfq, the atomic treaty between Turkey and Japan wasn't signed today; they haven't even begun talks. You see? Qfwfq, that man in Termini Imerese who killed his wife was given three years, just as I said. Not life!''

And he waves the pages of the papers, black and white the way space was when the galaxies were being formed, and crammed--as space was then--with isolated corpuscles, surrounded by emptiness, containing no destination of meaning. And I think how beautiful it was then, through that void, to draw lines and parabolas, pick out the precise oint, the intersection between space and time where the event would spring forth, undeniable in the prominence of its glow; whereas now events come flowing down without interruption, like cement being poured, one colum next to the other, one within the other, separated by black and incongruous headlines, legivle in many ways but intrinsically illegible, a doughy mass of events without form or direction, which surrounds, submerges, crushes all reasoning.

``You know something Qfwfq? The clsing quotations on Wall Street are down 2 per cent, not 6! And that building constructed illegally on the Via Cassia is twelve stories high, not nine! Nearco IV wins at Longchamps by two lengths. What's our score now, Qfwfq?''

miércoles, marzo 16, 2005

CLARICE LISPECTOR



"Mas há a vida que é para ser intensamente vivida, há o amor.
Que tem que ser vivido até a última gota. Sem nenhum medo. Não mata."



"Estou sentindo uma clareza tão grande que me anula como pessoa atual e comum: é uma lucidez vazia, como explicar? assim como um cálculo matemático perfeito do qual, no entanto, não se precise. Estou por assim dizer vendo claramente o vazio. E nem entendo aquilo que entendo: pois estou infinitamente maior que eu mesma, e não me alcanço. Além do que: que faço dessa lucidez? Sei também que esta minha lucidez pode-se tornar o inferno humano - já me aconteceu antes. Pois sei que - em termos de nossa diária e permanente acomodação resignada à irrealidade - essa clareza de realidade é um risco. Apagai, pois, minha flama, Deus, porque ela não me serve para viver os dias. Ajudai-me a de novo consistir dos modos possíveis. Eu consisto, eu consisto, amém. "




En el final de los años cincuenta, un jóven del interior de Bahía que soñaba ser cineasta, tuvo momentos de encantamiento al leer cuentos de una escritora que empezaba a ser conocida del gran público a través de la prensa. El chico, un adolescente de 17 años, parecía entrever en aquellos textos publicados en las paginas de la revista Senhor, un perfíl estético que el silenciosamente esperaba. La autora de los cuentos que tanto impresionaran al joven fue Clarice Lispector, que a través de su literatura crearía uno de los momentos más bonitos y elaborados de la prosa en lengua portuguesa. El joven era Caetano Veloso.

"My first language was Portuguese. Do I speak Russian? No, absolutely not. (…) My tongue is tied. (…) some people used to ask me if I was French, because of the way I pronounce the r’s... When I learned to read and write, I devoured books! I thought books were like trees, like animals: a thing that was born! I could not find out what an author was! Then, at a certain point, I found out what an author was! So I said: I want that too.” (Interview)

It was Clarice playing
Deeper still
Where the word seems to meet
Its reason for being
And portraying man.
CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE…




Clarice doesn’t denounce, she doesn’t tell, she doesn’t narrate nor does she picture anything – she carves a tunnel in which she suddenly replaces the searched for object in its unexpected essence.

LÚCIO CARDOSO, writer, moviemaker, painter and a great friend.




Clarice’s work recodifies and reinterprets in contemporary poetic prose the Kabalistic beliefs. For the Kabala, as well as for Clarice herself, existence reveals itself explicitly and structures itself in the certainty of the Mystery that allows humanity to exercise its freedom (ZOHAR); Creation is not a comprehension, it’s a new mystery -- Visão do esplendor [Vision of the Splendor].

ESTER SCHWARTZ, M.A., professor, co-director of ALACL




… (You get a thousand waves that I don’t get, I feel like a little radio, only receiving the station on the corner and you receive radar, television, and short waves. It’s funny, you hit me and you enrich me at the same time, and that hurts a little, it makes me feel less safe and secure.

RUBEM BRAGA, writer and friend.





The development of certain important themes in the fiction of Clarice Lispector belongs in the context of the philosophy of existence, composed of doctrines which, although differing in their conclusions, have the same starting point: the Kierkegardian intuition of the pre-reflexive, individual and dramatic character of human existence. It deals with issues such as angst, nothing, failure, language, communication between consciousness, some of which traditional philosophy had ignored or relegated to a second plane.

BENEDITO NUNES, philosopher, critic, writer.




I didn’t write to you about your short stories book, Family Ties, for sheer shyness of telling you what I think. Here it is: it is the most important collection of stories published in this country since Machado de Assis.

ÉRICO VERÍSSIMO, writer and friend.




Where were you at night
You who return in the morning
with the ultra-world in your veins
among abyssal flowers?

We were in the most distant
that the letter can reach:
reading Clarice’s book,
mystery and key in the air.

CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE


JACOBO FIJMAN



De Molino rojo

CANTO DEL CISNE
Demencia:
El camino más alto y más desierto.
Oficios de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
Tosen las muecas
Y descargan sus golpes
Afónicas lamentaciones.
Semblantes inflados;
Dilatación vidriosa de los ojos
En el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
A lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quien llamar?
¿ A quien llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
Y ahorca mi gañote
Con sus enormes manos sarmentosas;
Y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!



ALDEA
Mi blanca soledad
Aldea abandonada.
Revuelo de perezas
Sobre la torre de un anhelo
Que tañe sus horizontes.
Pintadas negras de la desolación.
Yunques abandonados y puentes solariegos.
Se ha sentado el dolor como un cacique
En el banquillo de mi corazón.
Las lluvias estancadas de mis sueños
Se han cubierto de musgo.
En el horno apagado del silencio
Mis frutos maduraron
Estérilmente.
Perdí mi itinerario en el desierto.
¡Hospedería triste de mi vida
en donde sólo se aposentó el azar!
En una pradería de cansancios
Balan estrellas mis ovejas grises.
Lugarón sin destino;
Las calles andariegas
Beatas de mi ser
Son manos
Contemplativas
Que van perdiendo soles...

CIUDAD SANTA
Tres gritos me clavaron sus puñales.
Paisaje de tres gritos
Largos de asombro.
¡bromearon los sudarios del misterio!
Fuga de embotamientos;
Suspiros
en la niebla inmovilizada.
Cipreses.
Bronce de los terrores
Informes, fragmentados.
Mueren caminos
Y se levantan puentes.
Un árbol se transforma
Cerrando sus pupilas.
Caen medrosamente las palomas
Angélicas del sueño
En las uñas heladas del espanto.
Un infinito horror
Manaba en mis entrañas
En un himno de muerte.

COPULA
¡Nos unió la mañana con sus risas!
En las rondas del sol
canciones de naranjas.
Danzas de nuestros cuerpos
Desnudos- rojo y bronce.
El olor de la luz era sagrado:
Música de horizontes,
Espacio de paisajes-
Rojo y bronce-
Ruido de melodías,
Himno de soles,
Eternidad
Y abismo de la dicha
En la alegría loca de los vientos.
Canciones de naranjos
En la piedad de los caminos.
¡Todas las aguas del silencio
rompimos en la danza!
Dicha de los abrazos y los besos;
Toda la gloria de la vida
En nuestros pechos
Jadeantes y ligeros;
Nuestros cuerpos: auroras y ponientes
En la alegría loca de los vientos.
¡El corazón del mundo en nuestra boca!

MORTAJA
Por dentro;
Atrás el rostro.
¡El pasado aniquila!
¡Es en vano que encuentre una herradura
en el estanque turbio de mi imaginación!
El árbol ha cubierto de palomas
mi soledad; pero es en vano.
Desnudo
Siempre estoy como una llanura.
Para buscar un cerro
Miro las multitudes.
Estoy siempre desnudo y blanco;
Lázaro vestido
de novio;
una mortaja viva
entre el ayer eterno
y el eterno mañana;
una mortaja viva
que llora en mi garganta.

EL “OTRO”
Tarde de invierno.
Se desperezan mis angustias
como los gatos;
se despiertan, se acuestan;
Abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.
Bien dormía mi ser como los niños,
y encendieron sus velas los absurdos!
Ahora el otro está despierto;
Se pasea a lo largo de mi gris corredor,
y suspira en mis agujeros,
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.
¡La esperanza juega a las cartas
con los absurdos!
Terminan la partida
tirándose pantuflas.
Es muy larga la noche del corazón.


VÍSPERAS DE ANGUSTIA
Atmósferas de marasmo despedazan mis ademanes.
Pasos furtivos
en los malditos huecos de mi ser;
desolaciones alteradas.
Azar; ideas fijas.
Revolotear de músicas celestes.
¿vísperas de una nueva angustia?
Sospechas.
Soy de los que no vuelven, hermanos míos.
Atmósferas de marasmo
en torno del más fragante pino.
Amor, alégrame el camino.
¡los fuegos fatuos!
¡Quebrantaré la vida por mi vida
por el imposible contacto de la eternidad!
Pasos furtivos
en el hueco de mi ser;
yo soy el prometido, el anunciado.
Revolotear de músicas celestes.

SUB-DRAMA
Desolaciones.
Altos silencios
Que balancean sus cabezas truncas
esencialmente.
Han caído mis esperanzas
como palomas muertas.
Desbandes.
El canto de mi mismo se alucina.
Cristales rotos.
Murga carnavalesca.
¡las risas rojas!
Cifras desafinadas y arbitrarias;
¡el dolor más eterno!
Me trasvasa el espanto sus caminos.
Pavor de candelabros;
Romance de agonía.
¿Quién soy?
Ha perdido su espacio
completamente el universo.
Se cierran las estrellas en mis ojos.
Nadie y nada.
Terribles apariencias
aplastan el cristal de sus sarcasmos.
Pasa un convoy de brujas caprichosas;
cuelgan mis extensiones deformadas.
Mi corazón es una isla roja
en que destacan sus banderas negras
los días de mi anhelo.
Las miradas ardientes de mis ojos,
¿en qué se apoyarán mañana?
Canciones de mi ser,
hemisferios de dicha,
volúmenes de aromas
¿en qué tambor de soles
se agitarán mañana?
Orientes y occidentes.
Se quebrarán mis ejes.
Lo sé.
¡Llueve sin latitud el dolor más eterno!
Han caído mis esperanzas
como palomas muertas.
Pavor de candelabros; romance de agonía.

GABÁN
Soy una alforja
de lluvias.
Mi corazón regó en las primaveras
sementeras de espacio;
por ello mi cabeza
es una gorra remendada y parda
(genialidad)
o, un gabán roído,
pues he amado.
El pienso de mis días
desparramé en las sendas;
rompí todas las tejas
de los pesebres
humanos.
De mal en peor
tildaron mi locura;
merma mi audacia,
enflaquecen mis manos dadivosas
como las muelas viejas.
¡El gabán de mi ser se va pudriendo!

CENA
Cenas de mi soledad en hosco abatimiento;
eterna como Dios, profunda de universo.
¡He sido el más ausente: el juntador de formas!
Cenas de mi soledad...
El sudario más frío es uno mismo.
¡Buscar y qué buscar!
¿Encrucijadas puras donde zapatean los truenos
en un constante mediodía?
Cenas de mi soledad en hosco abatimiento.
Pan y sal. Lamentos.
Piernas que saltan; salidas de cortejo;
vacilación de luz que viene abajo.
¡Extremaunción de un armonioso herrero!
Ir; pero no ir nunca;
en algodón de olvido sumir todos mis días.
Anuncios que deslizan;
canción de gallos en la mañana azul de mi esperanza
continuación de tiempos fundamentados en dolor.
Fui un desaparecido, el más ausente:
el juntador de formas.
Amanecer desentonado...


Hecho de estampas

POEMA I
Caía mi sueño en la otra soledad de los canales.
Regocígate, niño, la presencia graciosa de la muerte
reparte en sombras alternadas el olor de los ángeles
y levanta tus sordos desamparos.
Niño de paz,
han apagado las islas monótonas de los soles perfectos.
Niño de paz,
imito el mundo en un mi sueño ajeno a la claridad.
Un silencio de música se apacienta en las torres.

POEMA III
Está mi risa de niño
Con la abuelita ciega de la noche obscura.
Resuenan mis botas groseras de campesino
en la ternura de los caballos,
y he ido.
Al son de ríos lúcidos y puros
Tiemblan las curvas de los pozos como dulces
patas de corderos.
Encerrada en mis pasos sigue la noche obscura.

POEMA V
Yo estaba muerto bajo los grandes soles, bajo los grandes
Soles fríos.
A través de mi llanto
Oigo el agrio sudor de la precocidad.
Yo vuelvo sobre un musgo
Y las ciudades crecen a la aventura hasta la noche
Del estupor.
Miseria.
Dios pesa.
Me llaman vientos de mar.
Van y vienen en grandes cambios; se alargan
en saltos irritados
que apagan mi temblor, que exasperan los sueños.
Jamás podré seguir.
Yo me veo colgado como un cristo amarillo sobre
los vidrios pálidos del mundo.

POEMA VI

Ha caído mi voz, mi última voz, que aún guarda mi nombre.
Mi voz:
pequeña líneas, pequeña canción que nos separa de las cosas.
Estamos lejos de mi voz y el mundo, vestidos de humedades
blancas.Estamos en el mundo y con los ojos en la noche.
Mi voz fría y sucia como la piel de los muertos.

POEMA XII

Yo quería jugar.
Estaba el signo de mi naturaleza plena de llanto y
protección severa.
Bajo a mi obscuridad, y avanzo entre mis brazos
con una estrella niña.
Soplan olores de banderas frías
y resuenan tambores de infancia
en el mismo silencio, bajo la misma estrella.
Viene mi carne allende las transparencias.
Rodeo la luz fresca.
Ánimos de pavor yacen en mis profundas soledades.
No es el mismo silencio, no es la misma estrella.
Arranco vísperas de muros inclinados,
y más allá de todo se mueve el brillo opaco
de la agonía.


Estrella de la mañana

I

Los ojos mueren en la alegría de la visión desnuda
de carne y de palabras,
en la tierra desnuda y en el cielo desnudo,
en el día desnudo y en la noche desnuda bajo los
cielos todo crecidos.
Es demasiado bella la noche de oro de muros y
banderas luminosas.
Corremos en la noche de plata bajo la noche de oro.
Tierra desnuda, tierra perfecta, cielo desnudo,
Cielo perfecto.
Voces desnudas de la voz eterna.
En la noche de oro nos llaman las acampanas,
Y oímos el vuelo de las aplomas desde la noche de
plata bajo la noche de oro.

V

En la misma belleza saborean las lunas su soledad
dichosa.
Caen todas mis muertes en el espanto
de la nada del mal de la nada irreal de la nada.
En las tinieblas puse mis manos cuajadas de llanto.
Arreó la gracia mis ojos perdonados,
y hecho he sido en lo interior de todo y nada.
He sido el que es de todo y nada en bella gracia.

XV

Ama tu alma mi alma, paz de los días, paz de las
noches nacidas en los espantos de muertes,
y en los gozos de muerte y esperanza de muerte.
Amor, Amor; Amor,
tu alma canta dolor de carne, dolor de vida, pavor
de muerte
bajo los cielos llovidos de esperanza.
Amor, Amor; Amor,
viste tu desnudez el agua capaz de las criaturas.

XVIII

Nos levanta la cruz hacia el río de los aromas.
Entre sí suben las criaturas mansas tendidas
en amor a Cristo.
Entre sí las criaturas fuertes sobre asientos
de paz
que cuidan las espadas en amor de Cristo.
Amor abre la luz, y se derraman soles y bailan los
corderos.
Tu alma canta, mi alma reza en los días cerrados,
en las noches cerradas,
en la vida cerrada, en la muerte cerrada bajo los vuelos
abiertos de los cielos.
Entre sí suben las criaturas mansa
en los asientos puros de olorosos maderos.
Amada,
afuera nos besaremos desnudos de tinieblas y pavores,
tendidos en amor de Cristo.

XXIV

Nace en mi llanto de oscuridad de todo
llanto,
oscuridad de soledad de todo llanto.
Vuelven las almas sobre mi alma de alma en alma,
de muerte en muerte.
Lloro con llanto de mi llanto
sobre mi alma de alma en alma, de muerte en muerte.
En soledad de soledad con soledad
en soledad, en todo, en soledad crecida en soledad.
Reposan los huesos en mediodías
en la soledad de mi alma desnuda en soledad.
Criatura de la quietud donde nacen soles.
Debajo del nacimiento
mi garganta solloza almas de alma en alma, de muerte
en muerte.

CANCIÓN DE LA VISIÓN REAL DE LA GRACIA

Niño, tú tienes el oído junto al amanecer
de la tierra y el cielo.
Amén el bosque, Amén el mar y Amén a las estrellas.
El signo de tus manos ata el secreto del mundo.
Amén el bosque, Amén el mar y Amén a las estrellas.
La tierra canta y el cielo, y la vida y la muerte.
Niño, tú tienes en el signo que trazan tus manos
el día y la noche, y la tierra y el cielo, y la vida y la muerte.
Amén, Amén, Amén,
niño de alba de la tierra y el cielo.


Poemas inéditos

ECLOGA
Tú, la incóndita niña,
De la incóndita flor
Y la incóndita muerte,
Constas de flor y de muerte.
Tú, la incóndita niña,
Demuestra flor y muerte.
Tú, la breve sentencia
De la lúcida muerte,
Que pones con el llanto
La incóndita flor,
Y la incóndita muerte.


RETRATO DE DOCTOR
Este aquí, seráfico leyente,
Trae la flor perfecta
Recibida en ejemplo de ser a ser,
De simples y compuestos,Y día temporal,
Unidos por el uno que nunca fue movido,
Por aquél que depura la imperfección perfecta.
Este aquí seráfico leyente,
Lleva la perfectísima, la perfección perfecta
Del color y la lumbre, del amor y la estrella.





Poema XXXI

En mi gemido
conté mi soledad envejecida; conté todas las noches de mis días.
Mis huesos cantan el misterio del mundo.
El agua perturbada de mi reposo.
Me veo en mi gemido según pavores de inocencia.
Paz, paz:
oído de mis palabras.
El ruego alcanza oído a mis palabras
carne sanada;
y hay espanto de luz en nuestras manos.

**

De Estrella de la Mañana:

Poema VI

Ha caído mi voz, mi última voz, que aún guarda mi nombre.
Mi voz:
Pequeña línea, pequeña canción que nos separa de las cosas.
Estamos lejos de mi voz y el mundo, vestidos de humedades blancas.
Estamos en el mundo y con los ojos en la noche.
Mi voz es fría y sucia como la piel de los muertos.
Poema VII

Roe mi frente dura
el lobo de la media noche.
Una escondida estrella arrima su sosiego.
Entre todos los soles ya se me canta aceite de júbilos.
Siento en mis manos venir la estrella de la mañana.


***

Todo lo que uno recibe es pasión

No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.
Sentí de pronto que tenía que cambiar de vida. Alejarme del mundo. Y me aislé. Me fui de todos, aun de

mí…
Hoy es la demencia un estado natural.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
El delirio son instantes. Puede durar toda la vida.
Mi poesía es toda medida.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad
.

Jacques Prevert

EL GATO Y EL PÁJARO

Un pueblo escucha desolado
el canto de un pájaro herido.
Es el único pájaro del pueblo
y es el único gato del pueblo
que lo ha devorado a medias.
Y el pájaro cesa de cantar
el gato cesa de ronronear
y de relamerse el hocico.
Y el pueblo le hace al pájaro
maravillosos funerales.
Y el gato que está invitado
marcha detrás del pequeño ataúd de paja
donde el pájaro muerto está estirado
llevado por una niñita
que no deja de llorar.
Si hubiera sabido que eso te daba tanta pena,
le dice el gato,
me lo hubiera comido del todo
y después te hubiera contado
que lo había visto volarse
volarse hasta el fin del mundo
allá donde es tan lejos
que nunca se vuelve.
Tu hubieras tenido menos pena
Simplemente tristeza y aflicción

Nunca hay que hacer las cosas a medias




PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO

Pintar primero una jaula
con la puerta abierta
pintar después algo bonito
algo simple, algo bello,
algo útil para el pájaro.
Apoyar después la tela contra un árbol
En un jardín en un soto
o en un bosque esconderse tras el árbol
Sin decir nada, sin moverse
A veces el pájaro llega enseguida
Pero puede tardar años
antes de decidirse.
No hay que desanimarse
Hay que esperar
Esperar si es necesario durante años
La celeridad o la tardanza
En la llegada del pájaro
No tiene nada que ver
Con la calidad del cuadro.
Cuando el pájaro llega, si llega
observar el más profundo silencio
esperar que el pájaro entre en la jaula
y una vez que haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel.

Después borrar uno a uno todos los barrotes
cuidando de no tocar ninguna pluma del pájaro.

Hacer acto seguido, el retrato del árbol,
escogiendo la rama más bella para el pájaro,
Pintar también el verde follaje
Y la frescura del viento,
El polvillo del sol
y el ruido de los bichos de la hierva en el calor estival
y después esperar
que el pájaro se decida a cantar.

Si el pájaro no canta, mala señal,
Señal de que el cuadro es malo,
Pero si canta es buena señal,
Señal de que podéis firmar.
Entonces arrancadle delicadamente
una pluma al pájaro
Y escribid vuestro nombre
En un ángulo del cuadro.

***



Batismo do ar

Essa rua
outrora chamada de rua do Luxemburgo
por causa do jardim
Hoje é chamada de rua Guynemer
por causa de um aviador morto na guerra
No entanto
essa rua
é a mesma de sempre
o jardim é sempre o mesmo
é sempre o de Luxemburgo
Com alamedas... estátuas... fonte
Com árvores
árvores vivas
Com pássaros
pássaros vivos
Com crianças
Todas as crinças vivas
Então a gente pergunta
a gente pergunta mesmo
por que um aviador morto foi ali meter o bedelho.

***

Café da Manhã

--------------------------------------------------------------------------------



Pôs café
na xícara
Pôs leite
na xícara com café
Pôs açúcar
no café com leite
Com a colherzinha
mexeu
Bebeu o café com leite
E pôs a xícara no pires
Sem me falar
acendeu
um cigarro
Fez círculos
com a fumaça
Pôs as cinzas
no cinzeiro
Sem me falar
Sem me olhar
Levantou-se
Pôs
o chapéu na cabeça
Vestiu
a capa de chuva
porque chovia
E saiu
debaixo de chuva
Sem uma palavra
Sem me olhar
Quanto a mim pus
a cabeça entre as mãos
E chorei.

***

Café pingado





É terrível
O barulinho de ovo quebrado contra o balcão de zinco
terrível esse barulho
quando ele se agita na memória do homem faminto
terrível também a cabeça do homem
a cabeça do homem que tem fome
quando se vê às seis da manhã
no espelho da grande loja
uma cabeça cor de poeira
mas não é a sua cabeça que ele vê
na vitrine da casa Fauchon
pouco lhe importa essa sua cabeça de homem
não pensa nela
sonha
imagina uma outra cabeça
cabeça de vitela por exemplo
com molho de vinagre
ou cabeça de qualquer coisa que se coma
e mexe lentamente o maxilar
lentamente
e trinca os dentes lentamente
pois o mundo se diverte à custa da sua cabeça
e ele nada pode contra o mundo
e conta com os dedos, um, dois, três
um, dois, três
três dias que não come
e já está cansado de repetir por três dias
As coisas não podem continuar assim
mas continuam
três dias
três noites
sem comer
e por detrás do vidro
patês garrafas conservas
peixes mortos protegidos pelas latas
latas protegidos pelo vidro
vidro protegidos pelos tiras
tiras protegidos pelo medo
quantas barricadas por seis sardinhas infelizes...
Mais adiante o bar e o restaurante
café com leite e pãezinhos quentes
o homem titubeia
e lá dentro de sua cabeça
um nevoeiro de palavras
um nevoeiro de palavras
sardinhas para comer
ovo cozido café com leite
café pingado rum
café com leite
café com leite
café com crime pingado sangue!...
Um homem muito estimado no bairro
cortaram a garganta dele em pleno dia
o assasino o vagabundo lhe roubou
dois francos
ou seja um café pingado
zero franco setenta centavos
dois pãezinhos com manteiga
e vinte e cinco centavos de troco a gorjeta do garçom
É terrível
o barulinho do ovo cozido contra o balcão de zinco
terrível esse barulho
quando se agita na memória do homem faminto.



***

Roupa suja






Oh o cheiro terrível e surpreendente da carne que morre
é verão e no entanto as folhas da árvore do jardim
caem e morrem como se fosse outono...
esse cheiro de carne vem da casa
onde mora o senhor Edmond
chefe de família
chefe de seção
na sua casa de governo do cantão
vai e vem em volta da tina famliar
e repete a sua fórmula favorita
Roupa suja se lava é em casa
e toda a família cacareja horrores
e vergonhas
treme e escova e esfrega e escova
o gato bem que queria se mandar
tudo isso lhe corta o coração
o coração do gatinho de estimação
mas a porta está fechada a cadeado
então o pobre gatinho vomita
o pobre pedacinho de coração
que na véspera tinha comido
velhas carteiras flutuam na água da tina
e também escapulários... suspensórios...
gorros de dormir.. quepes de guardas...
apólices de seguro.. livros de contas...
cartas de amor em que se trata de dinheiro
cartas anônimas em que se trata de amor
uma roseta da legião de honra
velhos pedaços de cotonetes
fitas
uma batina
ym calção de vaudeville
um vestido de noiva
uma folha de parreira
uma blusa de enfermeira
um colete de oficila dos hussardos
fraldas
um colete de gesso
um culote de pele...
subtiamente longos gemidos
e o gatinhos põe as patas no ouvidos
para nçao ouvir o barulho
porque ele gosta da moça
e ela quem chora
é dela que falam mal
é a moça da casa
está nua... grita.. chora...
e batendo-lhe na cabea com uma escova dem piaçaba
o pai lhe dá juízo
tem uma mancha suja
a moça da casa
e toda a família a mergulha
e torna a meregulhá-la
ela sangra
berra
mas não quer dizer o nome...
e o pai berra também
Que nada transpire desta casa
Que tudo fique entre nós
diz a mãe
e os filhos os primos os mosquitos
gritam também
e o papagaio no poleiro
repete também
Que nada transpire desta casa
honra da família
honra do pai
honra do filho
honra do papagaio Espírito Santo
está grávida amoça da casa
é preciso que o recém nascido
não saia de casa
não se sabe o nome do pai
em nome do pai e do filho
em nome do papagaio já apelidado de Espírito Santo
Que nada transpire desta casa...
com uma expressão sobrenatural no rosto
a velha avó sentada ao lado da tina
trança uma coroa de sempre-vivas artificiais
para o filho natural...
e amoça e pisoteada
e a família com os pés nus
pisa pisa e pisa
é a ovelha negra da família
a vindima da honra
a moça da casa morre
lá no fundo...
na superfície
glóbulos de sabão explodem
glóbulos brancos
glóbulos pálidos
cor de filho de Maria...
e num pedaço de sabão
um chato escapa com os filhotes
o relógio soa uma hora e meia
e o chefe de família e de seção
põe o cobre-careca na cabeça de chefe
e sai
atravessa a praça do governo do cantão
responde ao cumpriomento do subchefe
que o cumprimenta
os pés do chefe de família estão vermelhos
mas os sapatos estão bem engraxados
Melhor despertar inveja do que piedade.

martes, marzo 15, 2005

Para mis seis flores y para todos mis ex estudiantes....

Sólo los chicos...







Solo Los Chicos

by Fito Páez

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

Una vez había un animal
que salió, que salió a matar
se encontró con un cazador
y después nadie más los vió.

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

a Miguel le gusta jugar
con Andrés en su soledad
Curupí, diablo del corral
pues a mí no me llevarás.
(no no no no no no)

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

Sólo los chicos y yo.
Sólo los chicos y yo
Sólo los chicos y yo
Sólo los chicos
Sólo los chicos

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

A papá
no lo quiero ver
porque él no me deja hacer
lo que quiero con mi mamá
tengo un rayo y lo alcanzará.
(ahi vá ssssck ssssck)


Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

Sólo los chicos y yo.
Sólo los chicos y yo
Sólo los chicos y yo
Sólo los chicos
Sólo los chicos

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos


Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

(Hablado en off mientras canta estribillo:

Mira: yo te voy a explicar...
Yo soy un varoncito y tengo mi pantaloncito
y vos sos una nentia con tu pollerita
Entonces, yo tengo un cosito adentro de
mi pantaloncito, y vos tenés una cosita
adentro de tu pollerita)

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

Sólo los chicos
Sólo los chicos
Sólo los chicos
tan sólo los chicos

domingo, marzo 13, 2005

SARTRE EN LA DISTANCIA

LOS CIEN AÑOS DE SU NACIMIENTO
Por Ariel Dorfman *



Estaba exiliado en Amsterdam aquella primavera de 1980 –era una noche de abril, para ser más exacto– cuando recibí la noticia de que Jean Paul Sartre había muerto. No tuve ni una duda: a los dos días me encontré a bordo de un tren con mi mujer Angélica rumbo a París y a unos funerales que iban a ser, tenían que ser, prodigiosos.
Durante mi tardía adolescencia en Chile, y a lo largo de los años que me tardó madurar como adulto, Sartre había sido mi guía intelectual y político. Sus categorías de salauds, mauvaise foi, autenticidad, el infierno son los otros; la manera en que había escrutado las opciones morales de hombres y mujeres bajo la ocupación nazi de Francia; su rechazo a los valores burgueses; la humanidad revelándose en lo que él denominó la situación límite, todo eso había terminado constituyendo una zona indispensable de mi vocabulario habitual, el sombrío alfabeto con que la elite de mi generación en el mundo entero había aprendido a definir la libertad y lo enajenante. Más tarde, su tórrido amorío con el Tercer Mundo y Cuba, su prólogo a Los condenados de la tierra de Fanon, su presidencia del Tribunal Russell acompañarían mi propia búsqueda de cambios tajantes en la sociedad latinoamericana. Para qué mencionar cómo sus novelas y, más que nada, sus obras teatrales –¡la insolencia con que se apropiaba de los clásicos, haciendo con ellos lo que le daba la gana!– influyeron en mi gestación artística y la de tantos otros escritores de mi edad en Argentina, Perú, México. De hecho, mi primer texto de crítica literaria, a la edad de veintitrés años, fue una reseña de Les Mots en la revista chilena Ercilla.
Es verdad que me había ido distanciando de sus posiciones políticas más extremas y maoístas a principios de los ’70, tal vez porque me hallé envuelto y comprometido (esa palabra sartreana) en el difícil día a día de la revolución chilena, esa lección de realismo que fueron los tres años de Salvador Allende y la más dura prueba de la represión que siguió a nuestro intento fallido de avanzar al socialismo utilizando medios pacíficos. A pesar de ello, cuando la primera etapa de mi destierro me llevó en 1974 a París, uno de los sueños que abrigaba era conocer personalmente a mi héroe literario. Y, sin embargo, cuando amigos franceses que solidarizaban con la causa chilena me ofrecieron ir a visitarlo, me negué. No una, sino varias veces. Jamás llegué siquiera a estrecharle la mano.
Fue por una razón, digamos, lingüística. Se me hacía intolerable hablarle en mi francés torpe y quebrantado al hombre que había contribuido tan decisivamente a mi capacidad de analizar el mundo con un dejo de sofisticación y un remedo de elegancia. De hecho, unos meses después de mi arribo a París, un amigo (estoy casi seguro de que fue Jean Pierre Faye) me introdujo a Michel Foucault –otro de mis ídolos intelectuales– y en esa ocasión se me había trabado la lengua vergonzosamente, incapaz de articular ni una de las frases que recorrían mi cerebro atónito de ideas. No deseaba yo repetir aquella experiencia tartamudeante con Sartre. Durante lustros había llevado a cabo un diálogo con el grandísimo Jean Paul, calladamente dirigiéndome a él en el secreto santuario de mi mente, y era preferible que así quedara la relación, ahorrarme una mortificación segura. Algún día –me mentí a mí mismo– mi francés habrá mejorado como para llevar a cabo un encuentro verdadero con Sartre.
Y he aquí que se había muerto.
Y nosotros cruzando el Norte de Europa para hacernos presentes en el Cementerio de Montparnasse.
Estaba preparado para que, apenas me juntara con la muchedumbre, mi corazón se desbordara de lágrimas. Al mejor estilo latinoamericano. Pero en esa lacónica multitud faltaba todo tipo de fervor: ni uno de aquellos bohemios de toda laya y color parecía dispuesto a participar en los ardientes ritos funerarios como se los entendía en los países que Sartrehabía defendido con tanta energía. Ni un grito tropical, ni una lágrima vietnamita, y nada, por cierto, que se aproximara a un alarido de furia argelina en ese ejército galo solitario y casi irónico. Una que otra mirada mareada y seca y lejana, algunos aprendices del existencialismo vagabundeando entre las sepulturas como si se les hubiera perdido la brújula o los tímpanos o no supieran con quién discutir. Como si se estuviesen despidiendo de un libro más que de un hombre. Unicamente la cara ensimismada de Simone de Beauvoir –la divisé por un instante por la ventanilla del carro fúnebre– traducía la consternación de un amor perdido. Sartre la había dejado sola, como ella lo profetizó y temió en El segundo sexo. Sartre no estaba allá para confortarla.
Tal vez sea injusto asombrarse ante tal merma de vehemencia y fogosidad. ¿Por qué habían los franceses de reaccionar como lo hacíamos nosotros cuando les decimos adiós a nuestros gigantes culturales, esa fiesta popular y casi obscena que desafía a la muerte y promete algún tipo de resurrección incrédula? Así había sido, cuentan las leyendas y los retrograbados, la despedida a Victor Hugo, un siglo antes, en este mismo suelo. ¿Tanto había variado la relación entre intelectual y pueblo en el intervalo?
Es posible que a Sartre le hubiera encantado la modestia, esa carencia de solemnidad, la contención de los sentimientos rayana en lo analítico, el individualismo sin anclas de los asistentes. Por mi parte, fue perturbador no descubrir allá el amparo del dolor o de la esperanza, sino una muestra más de lo que Rimbaud llamó “la Europa gris, mezquina y sedentaria”.
Así que le hice a Sartre el único homenaje posible en ese momento: ponerme a llorar como un niño huérfano entre las tumbas. Deseando, por el cariño que le tenía, que los otros asistentes mostraran una emoción paralela.
Claro que Sartre me había enseñado, entre otras cosas, que la verdad suele acercarse a la profanación, incómoda y flagrante. De manera que retuve esa lección mientras su cuerpo desaparecía para siempre de la vista, seguí escuchando su voz y consejos en mi oído, y veinticinco años más tarde y a cien años de su nacimiento, escribo lo que vi y no lo que me hubiera gustado ver, trato de ser leal con él más allá de la muerte y de la distancia.

* Ariel Dorfman es escritor y su último libro es Memorias del desierto.

sábado, marzo 12, 2005

CAETANO VELOSO

O Estrangeiro



O pintor Paul Gauguin amou a luz da Baía de Guanabara
O compositor Cole Porter adorou as luzes na noite dela
A Baía de Guanabara
O antropólogo Claude Levy-Strauss detestou a Baía de Guanabara:
Pareceu-lhe uma boca banguela.
E eu menos a conhecera mais a amara?
Sou cego de tanto vê-la, te tanto tê-la estrela
O que é uma coisa bela?
O amor é cego
Ray Charles é cego
Stevie Wonder é cego
E o albino Hermeto não encherga mesmo muito bem
Uma baleia, uma telenovela, um alaúde, um trem?
Uma arara?
Mas era ao mesmo tempo bela e banguela a Guanabara
Em que se passara passa passará o raro pesadelo
Que aqui começo a construir sempre buscando o belo e o amaro
Eu não sonhei que a praia de Botafogo era uma esteira rolante deareia brancae de óleo diesel
Sob meus tênis
E o Pão de Açucar menos óbvio possível
À minha frente
Um Pão de Açucar com umas arestas insuspeitadas
À áspera luz laranja contra a quase não luz quase não púrpura
Do branco das areias e das espumas
Que era tudo quanto havia então de aurora
Estão às minhas costas um velho com cabelos nas narinas
E uma menina ainda adolescente e muito linda
Não olho pra trás mas sei de tudo
Cego às avessas, como nos sonhos, vejo o que desejo
Mas eu não desejo ver o terno negro do velho
Nem os dentes quase não púrpura da menina
(pense Seurat e pense impressionista
Essa coisa de luz nos brancos dentes e onda
Mas não pense surrealista que é outra onda)
E ouço as vozesOs dois me dizem
Num duplo som
Como que sampleados num sinclavier:
"É chegada a hora da reeducação de alguém
Do Pai do Filho do espirito Santo amém
O certo é louco tomar eletrochoque
O certo é saber que o certo é certo
O macho adulto branco sempre no comando
E o resto ao resto, o sexo é o corte, o sexo
Reconhecer o valor necessário do ato ipócrita
Riscar os índios, nada esperar dos pretos"
E eu, menos estrangeiro no lugar que no momento
Sigo mais sozinho caminhando contra o vento
E entendo o centro do que estão dizendo
Aquele cara e aquela:
É um desmascaro
Singelo grito:
"O rei está nu"
Mas eu desperto porque tudo cala frente ao fato de que o rei émais bonito nú
E eu vou e amo o azul, o púrpura e o amarelo
E entre o meu ir e o do sol, um aro, um elo.
("Some may like a soft brazilian singer
but i've given up all attempts at perfection").

viernes, marzo 11, 2005

JACQUES PREVERT

Paris at night



(Neuilly-sur-Seine 1900 - Omonville-la-Petite 1977)

Trois allumettes une à une allumées dans la nuit
La première pour voir ton corps tout entier
La seconde pour voir tes yeux
La dernière pour voir ta bouche
Et l'obscurité tout entière pour me rappeler tout cela
En te serrant dans mes bras.
****

Pour faire le portrait d'un oiseau



Peindre d'abord une cage
avec une porte ouverte
peindre ensuite
quelque chose de joli
quelque chose de simple
quelque chose de beau
quelque chose d'utile
pour l'oiseau
placer ensuite la toile contre un arbre
dans un jardin
dans un bois
ou dans une forêt
se cacher derrière l'arbre
sans rien dire
sans bouger...
Parfois l'oiseau arrive vite
mais il peut aussi mettre de longues années
avant de se décider
Ne pas se décourager
attendre
attendre s'il le faut pendant des années
la vitesse ou la lenteur de l'arrivée de l'oiseau
n'ayant aucun rapport
avec la réussite du tableau
Quand l'oiseau arrive
s'il arrive
observer le plus profond silence
attendre que l'oiseau entre dans la cage
et quand il est entré
fermer doucement la porte avec le pinceau
puis
effacer un à un tous les barreaux
en ayant soin de ne toucher aucune des plumes de l'oiseau
Faire ensuite le portrait de l'arbre
en choisissant la plus belle de ses branches
pour l'oiseau
peindre aussi le vert feuillage et la fraîcheur du vent
la poussière du soleil
et le bruit des bêtes de l'herbe dans la chaleur de l'été
et puis attendre que l'oiseau se décide à chanter
Si l'oiseau ne chante pas
C'est mauvais signe
signe que le tableau est mauvais
mais s'il chante c'est bon signe
signe que vous pouvez signer
Alors vous arrachez tout doucment
une des plumes de l'oiseau
et vous écrivez votre nom dans un coin du tableau.

miércoles, marzo 09, 2005

CLARICE LISPECTOR, o los confines del lenguaje


La hora de la estrella(Fragmentos)

Clarice Lispector

La hora de la estrella
o
La culpa es mía
o
Que ella se apañe
o
El derecho al grito
o
En cuanto al futuro
o
Lamento de un blue
o
Ella no sabe gritar
o
Una sensación de pérdida
o
Silbido en el viento oscuro
o
Yo no puedo hacer nada
o
Registro de los hechos precedentes
o
Historia lacrimógena de cordel
o
Salida discreta por la puerta del fondo
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É a história de uma moça tão pobre que só comia cachorroquente. Mas a história não é isso. A história é de uma inocência pisada, de uma miséria anônima. Eu morei no Nordeste... eu me criei no Nordeste e depois no Rio de Janeiro... tem uma feira dos nordestinos no campo de São Cristóvão, e uma vez eu fui lá. E peguei o ar meio perdido do nordestino no Rio de Janeiro. Daí começou a nascer a idéia. Depois eu fui a uma cartomante e imaginei as coisas boas que iam me acontecer. E imaginei, quando tomei o táxi de volta, que seria muito engraçado se um táxi me atropelasse e eu morresse, depois de ter ouvido todas essas coisas boas. Então daí foi nascendo também a trama da história.
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Es mi deber, aunque sea de arte menor, revelar su vida. Porque tiene derecho al grito. Entonces yo grito.
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La persona de quien voy a hablar es tan tonta que a veces sonríe a los demás en la calle. Nadie responde a su sonrisa porque ni la miran.
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No, no es fácil escribir. Es duro como partir rocas. Pero saltan chispas y astillas como aceros pulidos.
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Nadie la miraba en la calle, ella era café frío.
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-Disculpe, señorita ¿puedo invitarla a pasear? -Sí -respondió atolondrada, deprisa, antes de que él cambiara de idea. -Si me permite, ¿cuál es su nombre? -Macabea -Maca ¿qué? -Bea -se vio obligada a completar -Disculpe pero parece el nombre de una enfermedad , de una enfermedad de la piel.
(...) Los dos ignoraban cómo se pasea. Caminaron bajo la lluvia densa y se detuvieron delante del escaparate de una ferretería donde había expuestos caños, latas, tornillos grandes y clavos.
Macabea , temerosa de que el silencio ya significase una ruptura, dijo al recién-enamorado:
-A mí me gustan mucho los tornillos y los clavos, ¿y a usted?
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Él— Pues sí. Ella— ¿Pues sí, qué? Él— ¡Yo dije pues sí! Ella— ¿Pero "pues sí" qué? Él— Mejor cambiemos de conversación, porque tú no me entiendes. Ella— ¿Entender qué? Él— ¡Virgen Santa! ¡Macabea, vamos a cambiar de tema ahora mismo! Ella— ¿Y de qué hablamos? Él— De tí, por ejemplo. Ella—¡¿De mí?! Él— ¿Por qué tanto susto? ¿Tú no eres gente? La gente habla de la gente. Ella— Disculpa, pero no me parece que yo sea muy gente. Él— ¡Pero si todo el mundo es gente, Dios mío! Ella— Yo no me he habituado. Él— ¿No te has habituado a qué? Ella— Ah, no sé explicarme. Él— ¿Entonces? Ella— ¿Entonces qué? Él— Oye, yo me largo, porque tú eres imposible. Ella— Es que sólo sé ser imposible, no sé otra cosa. ¿Qué puedo hacer para lograr ser posible? Él— ¡Deja de hablar, que sólo dices estupideces! Di lo que quieras.
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Ante la cara un poco demasiado inexpresiva de Macabea, él hasta procuró decirle alguna gentileza que suavizara la hora del adiós para siempre. al despedirse le dijo:
-Tú, Macabea, eres un pelo en la sopa. no te dan ganas de comer. Discúlpame si te he ofendido, pero soy sincero ¿Estás ofendida?
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Estoy absolutamente cansado de la literatura; sólo la mudez me hace compañía. Si todavía escribo, es porque no tengo nada más que hacer en el mundo mientras espero la muerte. La búsqueda de la palabra en la oscuridad.
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Sí, estoy enamorado de Macabea, mi querida Maca, enamorado de su fealdad y de su anonimato total, pues ella no existe para nadie (...) Yo quisiera que ella abriese la boca para decir:
- Estoy sola en el mundo y no creo en nadie, todos mienten, a veces hasta en la hora del amor, yo no veo que una persona hable con otra, la verdad sólo me llega cuando estoy sola.
--------------------------------------------------------------------------------
¿Cuál fue la verdad de mi Maca? Basta descubrir la verdad para que ya no exista: pasó el momento. Pregunto ¿qué existe? Respuesta: no existe.
" La cucaracha con la materia blanca me miraba. No sé si me veía. No sé lo que ve una cucaracha. Pero ella y yo nos mirábamos y tampoco sé lo que una mujer ve. Pero si sus ojos no me veían su existencia me existía - en el mundo primario donde yo había entrado, los seres existen a los otros como forma de verse. Y en ese mundo que yo estaba conociendo, hay varias formas que significan ver: uno mira al otro sin verlo, uno posee al otro, uno come al otro, uno está sólo en un rincón y el otro está allí también: todo eso también significa ver. La cucaracha no me miraba con los ojos sino con el cuerpo. (...)Lo que yo veía era la vida mirándome. Cómo llamar de otro modo a aquello horrible y crudo, materia prima y plasma seco, que estaba allí, mientras yo retrocedía hacia dentro de mí en naúsea seca, yo cayendo siglos y siglos en el lodo -era lodo y ni siquiera lodo ya seco sino lodo aún húmedo y aún vivo, era un lodo donde se movían con lentitud insoportable las raíces de mi identidad. "
******
De la pasión según GH:
" La cucaracha con la materia blanca me miraba. No sé si me veía. No sé lo que ve una cucaracha. Pero ella y yo nos mirábamos y tampoco sé lo que una mujer ve. Pero si sus ojos no me veían su existencia me existía - en el mundo primario donde yo había entrado, los seres existen a los otros como forma de verse. Y en ese mundo que yo estaba conociendo, hay varias formas que significan ver: uno mira al otro sin verlo, uno posee al otro, uno come al otro, uno está sólo en un rincón y el otro está allí también: todo eso también significa ver. La cucaracha no me miraba con los ojos sino con el cuerpo. (...)Lo que yo veía era la vida mirándome. Cómo llamar de otro modo a aquello horrible y crudo, materia prima y plasma seco, que estaba allí, mientras yo retrocedía hacia dentro de mí en naúsea seca, yo cayendo siglos y siglos en el lodo -era lodo y ni siquiera lodo ya seco sino lodo aún húmedo y aún vivo, era un lodo donde se movían con lentitud insoportable las raíces de mi identidad. "

martes, marzo 08, 2005

PHILOSOPHY FOR CHILDREN






Philosophy for Children is an educational proposal that makes possible children and teenagers develop their complex thinking, therefore their reasoning abilities, their critical thinking, their creative thinking and their caring thinking. It’s a systematic and progressive program especially designed to be worked with children from 4 till 18 years old in research communities. Considering the children’s interest and the topics that most instigates them, and carried out with methodological work, carefully planned and proved, that recovers their curiosity and wonder, the goal is to develop and stimulate the high order thinking in the community of inquiry. This program takes place in communities where its members work hard in order to be capable of understanding different points of view besides the intent of finding out the meaning of the world and of the society which they live in.

The US philosopher Mathew Lipman, created Philosophy for Children in 1969, and nowadays more than 50 countries from all continents has applied its program. The goal has nothing to do with trying to convert these children and teenagers into professional philosophers, but instead, its aim is to develop and preserve their critical, creative and caring thinking and attitude. The program is based on:

A bunch of philosophical texts, written by philosophers that works at Philosophy for Children, both in theory as well as practice. These reading texts represents the basis on which the philosophical discussion is built. The texts were thought and written in order to achieve the discussion, therefore, they are written with a didactic intention (that’s why we just don’t use any kind of text from the corpus of the literature, and that’s why we refuse to call them "tales" or "novels". Although we avoid to use any kind of texts, we obviously use some carefully as an extra material for some discussion that are already taking place, and that was previously instigated by those philosophical texts mentioned before. In the same way, we sometimes use pictures, literature texts, films or any-other source we think is well suited).


Manuals for teachers where they may find various discussion plans and exercises that facilitates the achievement of the proposed goal. Besides being a possible guide book with some suggestion, it was also written and planned to be a help for the teachers any time they need. The writing of these books presumes that we find ourselves in the presence of a program that’s not only philosophical but as well educational, which demands an ethical commitment of giving continuity to the teacher’s formation and total chances, by the teachers and schools, to put into effect the program.
A formation program for teachers, that will allow them to extract all the possibilities from the texts, assuring them that the task that’s being performed is the development of the complex thought and the philosophical discussion and not something "similar" (scientific and religious discussion, or group therapy).
Pedagogic methodology that tends to transform the class into an community of inquiry.
Curriculum
The philosophical issues are presented in a daily language. The program has been structured in different levels, that corresponds to different ages and courses. It presents a sequential order, in such a way that the same plot is restudied in a deeper way in a higher level, and at the same time new subjects are introduced.
According to the possibilities, and the children’s interests and necessities, it’s possible to organise the following schedule, that is supposed to be worked in a spiral manner and which plots should be recaptured each time more deeply.
1 First approach to the methodological basic points that tends to develop the ability of communication, of expression, participation and co-operation among the kids. Concepts like ambiguity , identity, name, family, tastes, truth, lies are introduced.
2 It’s focused on the acquisition of language, attending to the rational forms that are implicit in the kid’s daily conversation. Also puts emphasise on the intensification of the perceptive consciousness, on sharing perspectives through the philosophical discussion, in the similarities, distinctions and classifications and by thinking over it’s own daily experience.
3 As soon as the kids are already familiar to the knowledge of a plural and dynamic (constant changes) reality, they are prepared to start thinking about the language. At this stage, the semantics and syntactics structures, the detection of speech vagueness, the discussion of concepts that establishes relation and philosophical notion, such as, casualness, space, individual, class, are paid more attention.
4 The students are introduced into the logic field, going through not only the language, but specific areas as ethical and social research as well. All this work, as always occurs in the program, goes on according to the kids’ interests, and in no way, logic is "taught". Our task with the program is to work as midwives: the child that is to be born is in the students and not in us (at least not at the moment in which we are supposed to co-ordinate the philosophical discussion, in which, as adults, we shouldn’t give our opinion, but instead make questions in order to help the students in this wisdombirth). The main reason to have formal logic in the curriculum is to help the students finding out they can think about their own thoughts in an organised way. Formal logic contains the criteria in which one can discriminate between the valid reasoning and any other kind which it isn’t, and in this sense, it’s an important subject among all science and essential when thinking education as a way to improve the thoughts. At this phase, from a variety of situation and on the detection of applications that shows how it can be used, the discoveries and awareness of the formal logic rules are focused. As the kids are already familiar to their own language, a formal logic system useful for this is syllogistic logic, which main features are: consistency, or lack of contradictions, logic consequence, or the way in which, according to the rules, allows to go from one sentence to others and coherence, or the way in which the rules are in accordance in a whole united and systematic. Because of the limited application of this kind of logic, the focus on good reason are also worked, introducing informal logic, that permits to evaluate one’s thoughts and others in relation to the actions and happenings. This focus doesn’t present any particular rule besides insisting on the search for good reasons in a particular situation and appreciate the reasons that were offered. It’s worked with the kids accomplishing impartiality, objectivity, respect for people, being a primary aim helping the members of the research community to discover a great number of applications a structured deliberative thought presents and stimulate them to use the reflections thought actively in their lives. The main effort in this teaching consists in maintaining the research process and stimulate reasons’ assessment. With this process, that is supposed to be worked in a transverse way, ethical and social research field are developed.
5 The emphasis are put on the deepness of the philosophic specialisation as ethic, aesthetic, metaphysic and gnoseologic research.
Each unity of the program – texts for the students and the extra material for the teachers is a thematic group that gradually introduces to the class group the personal and dialogic thought. Even though the units present a graduation in the questions difficulties that are presented, each one is independent from the other and can be administrated during one or two years to the same class group.
The main objective of each book in the program is to supply the readers with elements capable of making them aware of their own thoughts and the way in which one’s thoughts may work in their lives. The book is, therefore, the starting point for the philosophical discussion.
Community of Inquiry


As the aim of Philosophy for Children is to prompt a philosophical behaviour and the children have a remarkable tendency to the verbal expression, the most appropriate pedagogic methodology is the philosophical discussion. Starting from various sources the dialogue is instigated from the basic level, once it’s an appropriate environment for the children to express mutually their ideas, learning to listen to their partners’ response, they over come the feeling that what they have to say is absurd or out of place, confirming it with the classmates, in such a way that the experience from others is a teaching.
Transforming the class into an community of inquiry is considered to be essential in order to stimulate the kids on thinking and behaving in a higher level than the one they would have performed alone: a genuine community of inquiry is based on the mutual respect and on the member’s volunteer commitment to search for something in common. For "inquiring" we understand the constant in the self correction exploration of plots that at the same time are realised as something important and problematic. From this theoretic perspective, to learn something is to learn it again with the same discovery spirit that was once experienced when it was discovered, or with the same spirit of invention that was predominant when it was invented.
By the philosophical discussion in the centre of the community of inquiry, the children may achieve their own point of view and their own conclusions. Philosophy insists on the strict logic, but only as a mean to produce a more effective thinking, and not in the sense of achieving a total concordance among all the ideas. The program emphasis the discussion process and not the achievement of a particular conclusion (the process is worth, not the product). Even though no philosophical subjects are taught, the teacher must use the typical philosophical way of thinking and questioning. Gradually, the students begin to find out that a philosophical discussion presents a different pattern from any other discussion, they start to realise that they can share ideas, experience and perspectives among each other. They start to appreciate other’s point of view and realise the importance to give reasons that support their opinion. It makes sense, then, the objectivity, and the necessity of examining carefully the problems instead of getting satisfied with only expressing their ideas in a raw and superficial way, or making a monologue pretending to be a dialogue. It makes sense the philosophical discussion in an community of inquiry.
Objectives
The children get wondered and ask themselves not only about them, but also about the world and the society in which they live in, and they have the necessity to find a meaningful reference frame to the puzzling realities. They try to clarify the environment by a scientific explanation, through some kind of history capable of supplying a useful interpretation in the symbolic ambit or formulating the matter philosophically in a questioning manner. Some of the questions they usually ask are; "What is the mind?", "What is reality?" , "What are the things?", "What is goodness?", What is fairness?", based on what we know, "what can we find out?", and they can be considered philosophical questions (once the questions or the concepts aren’t philosophicals by itself, but in the meaning net that the research community assigns).
Philosophy for Children proposes to promote a distinct pedagogic modality since the philosophy, in which the informative and the formative make part of the same unity. The aims do not end with the development of cognitive abilities (neither is tried to develop in steps the cognitive ability in order to accomplish next the complex thinking. As the complex thinking is developed the cognitive abilities are achieved) otherwise is orientated to form reasonable people, in which involves a sociability instance in the reasoning .Besides the development of cognitive abilities ( abilities in reasoning, in inquiring , in conceptual analysis, in interpretation) and the work with philosophical concepts ("truth", "justice", "beauty", "goodness", "language", "liberty", "identity"), the program is worried about behaviours and habits such as; developing the ability of self-correction, learning how to listen to other people, paying attention and trying hard in order to understand, asking for and giving reasons, among others. Obviously the formative phase overtakes the philosophical domain as these abilities also belong to other areas of the knowledge. Nevertheless, these habits and behaviours are crucial for the existence of a democratic society.
It’s important to teach the children how to think for themselves, so that they are capable of renovating creatively and carefully the society in which they live in, and at the same time be able to grow up in a critical, careful and creative way. By saying that education must allow the students to develop the instruments they need in order to evaluate carefully, creatively and critically the social expectations, it means that education must tend to develop human beings capable of evaluating the world and oneself, as well as expressing fluently and creatively besides caring for others.
On the following some of the specific aims of Philosophy for Children:
* Children and teenagers develop their reasoning capacity (derive inference of different kind, classify and categorize , work with coherence and contradiction, formulate questions, identify assumptions, formulate cause-effect relation, knowing and avoiding - or at least know how to use – language vagueness, distinguish ambiguities, recognize interdependence between means and results, define terms, identify and use criterion, exemplify, built hypothesis, context, anticipate, predict and estimate the consequences, generalize, find out informal deceitfulness, normalize daily language phrases);
* Develop one’s creative thinking
* Familiarize oneself with the practice of the caring thinking
* Develop one’s capacity to find out the meanings of experience (find out connections, alternatives, offer some reasons, relations between part-whole and whole-part, detect and recongnize incoherence).
To achieve the development and co-ordination of these thinking abilities it’s required a gradual and systematic process, nevertheless, it’s needed a cognitive aptitude for implementing those, further than the abilities themselves. This aptitude is consisted of co-operation, trust, self-appreciation, attention, respect for people, among others. Philosophy for Children believes these attitudes are stimulated when the class is transformed into a dialogic seminar committed to inquiry. It’s assumed that dialogue produces cogitation; people who participate in a dialogue have to cogitate, to concentrate in what is being said, to evaluate different alternatives, have to pay careful attention to the definitions and significance, to recognize different options that haven’t been aware of, and in general, have to perform a great number of mental activities. Participants reproduce in their own thinking process the structure and the dialogue progress taken place in class. A thesis based on the social and cognitive psychology, that claims thinking is the interiorization of the dialogue. "Dialogue" meaning not just any kind of conversation, but it’s referred to the dialogue in which aims an elaboration of the thinking from the contribution of others. For that reason, the community of inquiry is the place where the group’s self-appreciation and the process will be cared, in which the aptitude is meant to appreciate and criticise one’s reasoning as well as the mate’s. It will be trusted that the group’s procedures are reliable as they are self-corrected. When this becomes habitual, a following support is provided to the social and individual forming character.


Finally

Philosophy for Children is an alive organism. Therefore, it’s creator, Dr. Mathew Lipman, up-holds and stimulates each country or region to develop it’s own curriculum, according to the children’s interest and necessity, and the research and writing capacity of each Philosophy for Children Centre. Dr. Lipman wrote his own curriculum, between 1969 and 1980, which titles are; Elfie (6 to 7 years old), Kio and Gus (8-9 years old), Pixie (9-10 years old), Harry Stottlemeier’s Discovery (11-12 years old), Lisa (11-12 years old), Suki (12- 14 years old) and Mark (15-18 years old). These texts, with their corresponding support manuals, constitute the traditional program. Some of the texts haven’t been used lately in some parts of the world. More than twenty years has passed since they were written, therefore some of them don’t instigate the students from the XXI century any more. Others experts from the program with their critical, creative and caring effort are elaborating, writing, and publishing new texts for the program (as it happens in Argentina), that respects, amplifies, and turns into more complex the initial idea. It continues to be caring, creative and critical, and from the contribution of the philosophy introduced in education since early ages, goes on thinking about the teachers, the students and in a better world for everyone.

References

ACCORINTI, S., Introducción a Filosofía para Niños, Buenos Aires, Manantial, 1999
ACCORINTI, S., Trabajando en el aula. La práctica en Filosofía para Niños, Buenos Aires, Manantial, 2000
ACCORINTI, S., Lis, Buenos Aires, Manantial, 2000
ACCORINTI, S., Maravillándome con mi experiencia, Buenos Aires, Manantial, 2000
ACCORINTI, S., La ciudad dorada, BA, Mananatial, 2001Accorinti, S., Caminando hacia mis supuestos, BA, Manantial, 2001CAM, P., Historias para pensar, trad. H. Pons, revisión técnica y adaptación S. Accorinti G. Arbonés, Buenos Aires, Manantial, 1999
CAM, P., Manual de apoyo para acompañar a Historias para pensar, trad. H. Pons, revisión técnica G. Arbonés y S. Accorinti, Buenos Aires, Manantial, 1999
LIPMAN, M. et al., La filosofía en el aula, trad. García Moriyón y otros, Madrid, De la Torre, 1993
LIPMAN, M., Thinking in education, Cambridge University Press, 1991
LIPMAN, M., Suki, trad César Aira, revisión técnica y adaptación G.Arbonés- S.Accorinti, Buenos Aires, Manantial, 2000
LIPMAN, M., Escribir: cómo y por qué, trad. César Aira, revisión técnica y adaptación S.Accorinti- G.Arbonés, Buenos Aires, Manantial, 2000
LIPMAN, M., Lisa, trad. H. Pons, revisión técnica y adaptación G. Arbonés - S. Accorinti, Buenos Aires, Manantial, 1999
LIPMAN, M., Pensamiento complejo y educación, trad. V. Ferrer, Madrid, de la Torre, 1997
LIPMAN, M., Philosophy goes to School, Philadelphia, Temple University Press, 1988.
LIPMAN, M., Thinking Children and Education, Iowa, Kendall/Hunt Publishing Company, 1993.
LIPMAN, M., Thinking in Education (two editions, 1991 , 2001), Cambridge Press UniversityREED, R., Rebeca, trad. H. Pons, revisión técnica y adaptación G. Arbonés y S. Accorinti, Buenos Aires, Manantial, 1999

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